El viernes me fui con el grupo de alemanes que trabaja en la Embajada Alemana y Heidi, la mujer que trabaja en la Universidad también y que me ha introducido a esta gente. La verdad es que son todos muy simpáticos. Siempre intentan hablar inglés porque yo no pillo ni una en alemán, bueno, sí, alguna palabras y tacos que me han enseñado. Éramos en total 9. Había una chica, Pania, que habla bastante español porque tiene familia catalana. Los solteros éramos Heidi, Andreas (chico) y yo, casi todo el mundo aquí vive con su pareja, como Danny (foto) y Maya, aunque ellos se van en septiembre a Vietnam. Hemos ido a un hotel de 5 estrellas en la playa de Kaluwamodara cerca de Bentota, 1:30h al sur de Colombo.
El hotel era bonito pero demasiado serio; es famoso por los tratamientos ayurvédicos y la gente va a relajarse y a hacerse tratamientos de más de una semana, para mí es demasiado aburrido y es estar como en una prisión. En el precio teníamos incluido un masaje...qué relajante, me masajearon todo el cuerpo, imaginaos cómo te quedas después. El dueño es alemán y todo el mundo allí era alemán, mayores y serios. Nosotros éramos los únicos que hablábamos y reíamos. Todo está en alemán. El hotel es precioso pero tiene unos palos que forman una valla que lo separan de la playa. Yo no lo sabía, pero en cuanto sales a la playa, los “beach boys locales” se acercan y se ponen pesados, si eres chica, claro. Son como Pepito piscinas y enseguida te invaden, yo no salí sola, además como no te puedes bañar en el océano, no importa. Estuvimos en la piscina, bastante grande y casi siempre para nosotros solos. Por las noches íbamos al bar del hotel y seguíamos bebiendo porque ya empezábamos a las 19h antes de cenar. Tengo que admitir que estos alemanes saben beber, qué fuerte, no paran, yo no podía tanto, y por supuesto sólo cerveza porque si no me moría. Ellos como si nada, a la, que si cerveza, que si cubata, y tan normales.
El hotel era bonito pero demasiado serio; es famoso por los tratamientos ayurvédicos y la gente va a relajarse y a hacerse tratamientos de más de una semana, para mí es demasiado aburrido y es estar como en una prisión. En el precio teníamos incluido un masaje...qué relajante, me masajearon todo el cuerpo, imaginaos cómo te quedas después. El dueño es alemán y todo el mundo allí era alemán, mayores y serios. Nosotros éramos los únicos que hablábamos y reíamos. Todo está en alemán. El hotel es precioso pero tiene unos palos que forman una valla que lo separan de la playa. Yo no lo sabía, pero en cuanto sales a la playa, los “beach boys locales” se acercan y se ponen pesados, si eres chica, claro. Son como Pepito piscinas y enseguida te invaden, yo no salí sola, además como no te puedes bañar en el océano, no importa. Estuvimos en la piscina, bastante grande y casi siempre para nosotros solos. Por las noches íbamos al bar del hotel y seguíamos bebiendo porque ya empezábamos a las 19h antes de cenar. Tengo que admitir que estos alemanes saben beber, qué fuerte, no paran, yo no podía tanto, y por supuesto sólo cerveza porque si no me moría. Ellos como si nada, a la, que si cerveza, que si cubata, y tan normales.
(Atención al pedazo lagarto de la foto. Como Pedro por su casa por el hotel. Más grande que una pierna mía)
Ayer sábado los hombres iban a pescar al río con una barca y Heidi y yo nos unimos a ellos. No pescamos nada, pero el paseo en barca fue muy chulo porque el paisaje es precioso, también en esta ocasión Heidi llevó una botella de vino. Los pepito piscina de la barca no agobiaron en absoluto porque íbamos con los hombres.
Hoy antes de irnos, me he pasado el día en la piscina, entrando y saliendo aprovechando hasta el último momento antes de volver a la realidad en Colombo. Como algunos ya sabéis, la universidad está cerrada por el momento. Hubo una pelea entre 2 grupos de estudiantes y los echaron a todos temporalmente, con lo cual esta semana no he trabajado, y es triste porque tengo ganas, pero aquí todo es impredecible. Me gustaría trabajar más, porque he venido a eso, y por lo menos si te vas fuera el fin de semana es bueno pensar que te lo mereces después de trabajar. No se sabe cuándo van a volver a abrir la universidad, o sea que a ver si empleo mi tiempo en buscar clases de yoga y más cosas porque ya que no se puede hacer nada, hay que sacar el mayor provecho de esto, ¿no? “what to do?”: frase típica de los locales. El otro día lo dijo la chica que limpia el apartamento y a mí me entró la risa porque pensaba que lo decía de coña como cuando lo decimos nosotros, pero me di cuenta que estaba seria y paré de sonreír.
Ayer sábado los hombres iban a pescar al río con una barca y Heidi y yo nos unimos a ellos. No pescamos nada, pero el paseo en barca fue muy chulo porque el paisaje es precioso, también en esta ocasión Heidi llevó una botella de vino. Los pepito piscina de la barca no agobiaron en absoluto porque íbamos con los hombres.
Hoy antes de irnos, me he pasado el día en la piscina, entrando y saliendo aprovechando hasta el último momento antes de volver a la realidad en Colombo. Como algunos ya sabéis, la universidad está cerrada por el momento. Hubo una pelea entre 2 grupos de estudiantes y los echaron a todos temporalmente, con lo cual esta semana no he trabajado, y es triste porque tengo ganas, pero aquí todo es impredecible. Me gustaría trabajar más, porque he venido a eso, y por lo menos si te vas fuera el fin de semana es bueno pensar que te lo mereces después de trabajar. No se sabe cuándo van a volver a abrir la universidad, o sea que a ver si empleo mi tiempo en buscar clases de yoga y más cosas porque ya que no se puede hacer nada, hay que sacar el mayor provecho de esto, ¿no? “what to do?”: frase típica de los locales. El otro día lo dijo la chica que limpia el apartamento y a mí me entró la risa porque pensaba que lo decía de coña como cuando lo decimos nosotros, pero me di cuenta que estaba seria y paré de sonreír.