Bueno, pues aquí sigo aguantando el calor y a mí misma. Me he traído el ordenador a la universidad y así voy adelantando el programa, porque claro con 1 ordenador para todos, como que no. En mi trocito de cubículo me muero de calor porque los ventiladores está justo en el medio y yo estoy a un lado totalmente. No puedo expresar con palabras el recalentamiento que ahora mismo estoy sintiendo.
Ayer la jefa le dijo a dos profesoras que me llevaran a Colombo. Creo que se solidariza conmigo porque no puedo hacer nada y supongo que le daré penita. Fuimos a un centro comercial y compré una taza con un mono y un paraguas con elefantitos, ya ves siento la llamada de la selva. Después comimos pizza, era un sitio de ocio, una de las pizzas picaba mucho, pero claro está, para ellas no. Y desde el autobús vi el World Trade Center y la playa. Tuve una ligera idea de cómo es Colombo. Hay muchísimo tráfico. Fuimos en coche y volvimos en autobús, viaje de unos 40 min que ya no me sorprenden ni los baches, ni la multitud, ni la incomodidad ni el polvo del camino mientras vas toda empapada.
De momento no hay casas disponibles cerca de la universidad. El hotel está bien pero es muy impersonal y si ya fastidia estar sola, que te vean sola los del hotel aún más, y es que la soledad en tu casa es más llevadera. Aunque una cosa tengo que decir a favor del hotel: al final no me cobran las cenas, fue una confusión de un camarero, media pensión es media pensión en mi pueblo y aquí, o sea que sale bastante bien con las cenas tan buenas que me meto. Además, ayer el manager me enseño el gimnasio, el cual no había visto, y me bajé un rato a andar en la máquina y a hacer un poco de bicicleta. Cómo no, me preguntaron otra vez: “Where are you from?” Y cansadísima de las veces que lo he repetido dije: “Spain”. Las bodas siguen y siguen cada día en el hotel, me colaría en alguna pero a la vista está que soy un poquito más blanquita.
Mañana voy sola hasta Colombo con el autobús 193 y allí he quedado con la jefa sobre las 10. Haremos varias cosas: comprar un móvil, abrir una cuenta de banco (voy a recibir el salario en rupias de un lector aquí, qué bien!), y ver 2 hostales, pues me voy a quedar 1 semana en Colombo, primero porque así estoy más distraída en la ciudad porque las clases no han empezado y no es necesario venir a la universidad, ni siquiera saben cuántos alumnos o cuándo serán las clases; segundo porque este hotel es bastante caro y si me voy puedo pagar la mitad y estar en la city a ver si veo a alguien de la terreta. Una vez encuentre un piso aquí me vendré más cerca de la universidad.
En la universidad creo que me lo tengo que tomar con calma. Solamente los lectores extranjeros como yo no tenemos que estar en la universidad dentro de un horario establecido, sólo en las horas lectivas, ¡jo, qué bien! Y además no tendré que venir todos los días, madre mía, comparado a lo que trabajé en las escuelas de Boston, esto no es nada. El ritmo es bastante más lento. Además sólo pondré notas del examen final, no puedo contar los deberes, la asistencia o la participación, esto quiere decir que mucha menos faena para mí.
Todas mis compañeras de oficina son sri lankenses y comen en la mesa del medio su arroz haciendo la pasta con los deditos. Los coreanos y chinos son un mundo aparte. Aún me cuesta acostumbrarme al olorcillo cada vez que voy al baño. Hoy se salía el agua del único baño que hay occidental, es decir normal, y yo toda preocupada he buscado a alguien para que lo arreglara, pero lo único que he conseguido es que dos personas diferentes lo vieran y no se sofocaran en absoluto, una de ellas ha dicho: “esto es Sri Lanka”, pues tiene razón, no va a llegar la guapa de la Clara a estresarles por una simple tontería de que el baño está inundado, si total el agua no es potable, ¡digo yo!
Y tardan 1 hora en servirme, y calor, y no funciona internet, y mucho calor, y me arde la boca con la comida, y muchísimo calor, y todavía me río y se ríen de mí cuando no me fío de lavar mis uvas en el grifo, y mucha paciencia... Sthuthiy (gracias en sinhalés) por todos los ánimos y comentarios. Por cierto, acaban de anunciar en la tele el coche fantástico, jajajajaja, me recuerda a la canción de mi hermano, ¿os imagináis a Michael y kit hablando en sinhala?
Ayer la jefa le dijo a dos profesoras que me llevaran a Colombo. Creo que se solidariza conmigo porque no puedo hacer nada y supongo que le daré penita. Fuimos a un centro comercial y compré una taza con un mono y un paraguas con elefantitos, ya ves siento la llamada de la selva. Después comimos pizza, era un sitio de ocio, una de las pizzas picaba mucho, pero claro está, para ellas no. Y desde el autobús vi el World Trade Center y la playa. Tuve una ligera idea de cómo es Colombo. Hay muchísimo tráfico. Fuimos en coche y volvimos en autobús, viaje de unos 40 min que ya no me sorprenden ni los baches, ni la multitud, ni la incomodidad ni el polvo del camino mientras vas toda empapada.
De momento no hay casas disponibles cerca de la universidad. El hotel está bien pero es muy impersonal y si ya fastidia estar sola, que te vean sola los del hotel aún más, y es que la soledad en tu casa es más llevadera. Aunque una cosa tengo que decir a favor del hotel: al final no me cobran las cenas, fue una confusión de un camarero, media pensión es media pensión en mi pueblo y aquí, o sea que sale bastante bien con las cenas tan buenas que me meto. Además, ayer el manager me enseño el gimnasio, el cual no había visto, y me bajé un rato a andar en la máquina y a hacer un poco de bicicleta. Cómo no, me preguntaron otra vez: “Where are you from?” Y cansadísima de las veces que lo he repetido dije: “Spain”. Las bodas siguen y siguen cada día en el hotel, me colaría en alguna pero a la vista está que soy un poquito más blanquita.
Mañana voy sola hasta Colombo con el autobús 193 y allí he quedado con la jefa sobre las 10. Haremos varias cosas: comprar un móvil, abrir una cuenta de banco (voy a recibir el salario en rupias de un lector aquí, qué bien!), y ver 2 hostales, pues me voy a quedar 1 semana en Colombo, primero porque así estoy más distraída en la ciudad porque las clases no han empezado y no es necesario venir a la universidad, ni siquiera saben cuántos alumnos o cuándo serán las clases; segundo porque este hotel es bastante caro y si me voy puedo pagar la mitad y estar en la city a ver si veo a alguien de la terreta. Una vez encuentre un piso aquí me vendré más cerca de la universidad.
En la universidad creo que me lo tengo que tomar con calma. Solamente los lectores extranjeros como yo no tenemos que estar en la universidad dentro de un horario establecido, sólo en las horas lectivas, ¡jo, qué bien! Y además no tendré que venir todos los días, madre mía, comparado a lo que trabajé en las escuelas de Boston, esto no es nada. El ritmo es bastante más lento. Además sólo pondré notas del examen final, no puedo contar los deberes, la asistencia o la participación, esto quiere decir que mucha menos faena para mí.
Todas mis compañeras de oficina son sri lankenses y comen en la mesa del medio su arroz haciendo la pasta con los deditos. Los coreanos y chinos son un mundo aparte. Aún me cuesta acostumbrarme al olorcillo cada vez que voy al baño. Hoy se salía el agua del único baño que hay occidental, es decir normal, y yo toda preocupada he buscado a alguien para que lo arreglara, pero lo único que he conseguido es que dos personas diferentes lo vieran y no se sofocaran en absoluto, una de ellas ha dicho: “esto es Sri Lanka”, pues tiene razón, no va a llegar la guapa de la Clara a estresarles por una simple tontería de que el baño está inundado, si total el agua no es potable, ¡digo yo!
Y tardan 1 hora en servirme, y calor, y no funciona internet, y mucho calor, y me arde la boca con la comida, y muchísimo calor, y todavía me río y se ríen de mí cuando no me fío de lavar mis uvas en el grifo, y mucha paciencia... Sthuthiy (gracias en sinhalés) por todos los ánimos y comentarios. Por cierto, acaban de anunciar en la tele el coche fantástico, jajajajaja, me recuerda a la canción de mi hermano, ¿os imagináis a Michael y kit hablando en sinhala?